Boris Becker, acusado de utilizar una cuenta profesional como su "hucha" personal
El alemán Boris Becker utilizó su cuenta bancaria profesional como una "hucha" personal con que pagar compras de lujo y gastos de escolarización de sus hijos, denunció el martes la fiscalía británica en un juicio vinculado a la quiebra del extenista.
Becker, ganador de seis títulos de Grand Slam, está imputado de 24 cargos de ocultación de bienes cuando en 2017 declaró una bancarrota vinculada a un préstamo de 3,5 millones de euros (4,6 millones de dólares) concedido por el banco privado Arbuthnot Latham para financiar una propiedad en Mallorca.
El exnúmero uno del mundo, de 54 años, es sospechoso de haber ocultado 1,13 millones de euros procedentes de la venta de un concesionario Mercedes, que poseía en Alemania, ingresados en la cuenta bancaria de su sociedad limitada Boris Becker Private Office (BBPOL).
Según la acusación, "Becker utilizaba la cuenta de la BBPOL como una extensión de su propia cuenta, como su hucha personal, para gastos diarios como los gastos escolares de sus hijos", afirmó la fiscal Rebecca Chalkley.
Entre los pagos realizados en 2017 figuran 643 libras a Polo Ralph Lauren, 7.600 libras en concepto de gastos escolares y 976 libras en la tienda de lujo londinense Harrods.
También realizó importantes transferencias a su exmujer Barbara Becker y a su esposa Lilly Becker, de la que está separado.
Asimismo transfirió supuestamente 300.000 euros a su propia cuenta personal y otros fondos a una cuenta que tenía conjuntamente con su hijo Noah.
El extenista y ahora comentarista deportivo está también acusado de haberse negado a entregar bienes a sus acreedores, incluidos sus trofeos de Wimbledon de 1985 y 1989 y del Abierto de Australia de 1991 y 1996.
Se le imputa asimismo no haber declarado dos propiedades en Alemania y un apartamento en Londres y haber ocultado un préstamo de 825.000 euros.
Becker, que ganó 49 títulos durante sus 16 años de carrera, negó todos los cargos. El juicio, que comenzó el lunes en Londres, debe durar unas tres semanas.
F.Castillo--LGdM