Cansados de la fábrica, jóvenes vietnamitas se pasan al comercio en línea
Durante cinco años, la joven Vi Thi Anh ensamblaba teléfonos móviles en un centro industrial en las afueras de Hanói, hasta que descubrió que podía ganar mucho más vendiendo productos alimentarios a miles de sus seguidores en TikTok.
La vietnamita de 23 años encontraba "aburrido" su trabajo en esa fábrica de ensamblaje en la provincia de Bac Giang (norte), que, entre sus clientes, tenía a empresas internacionales como Samsung.
Pero no fue hasta que se vio afectada por una ola de despidos en 2021, provocada por la caída de la demanda de los clientes occidentales, que la chica descubrió en TikTok un inesperado bote salvavidas.
Vietnam fundamentó su crecimiento en una mano de obra barata, pero las nuevas generaciones rechazan cada vez más este modelo que les relega a tareas para ellos ingratas.
Y la explosión del comercio en línea les ha abierto nuevas perspectivas en una coyuntura también difícil en el sector manufacturero, que lleva a numerosas empresas a reducir sus plantillas.
Con estos despidos, decenas de miles de personas no tienen "ningún medio de ganarse la vida", explica Vi Thi Anh a la AFP.
Con 350.000 abonados en TikTok, la joven gana actualmente más que los diez millones de dongs mensuales (unos 410 dólares) de su salario como obrera, que apenas le servían para cubrir el alquiler y la comida.
Gracias a la venta de productos en línea, su nueva ocupación a tiemplo completo, le pudo regalar unos muebles más caros a sus padres, afirma.
- Televenta 2.0 -
En la última década, el comercio en línea creció más de un 30% anual, según el Ministerio vietnamita de Industria y Comercio, que valora el sector en más de 20.000 millones de dólares.
Detrás de un teléfono o una cámara, los "influencers" se graban en directo para vender productos, desde comida casera a electrodomésticos.
Las infraestructuras de este país joven y con buena conectividad ofrecen un terreno propicio para los emprendedores de la televenta 2.0, que también arraigaron en la vecina China.
"Los agricultores, los empleados y los estudiantes pueden fácilmente crear su propia cadena", indica Nguyen Doan Ky, que cofundó una agencia que propone servicios de ayuda para estas emisiones en directo.
"La venta en línea antes estaba reservada a los comercios y los gestores de tiendas. Ahora, es una oportunidad para todo el mundo", explica.
- Granjero "en versión digital" -
En el montañoso norte del país, Luong Quang Dai, con 420.000 seguidores, multiplicó sus ingresos por diez gracias a la venta en TikTok y Facebook de productos agrícolas: bananas secas, fideos, mezclas de té...
"Podemos llevarnos hasta 100 millones de dong al mes (4.100 dólares) y, al mismo tiempo, ayudar a crear empleos para la familia y los amigos", explica el hombre de 33 años.
El emprendedor emplea a sus familiares para ayudarle en la producción de sus videos.
Como muchos vietnamitas de las zonas rurales, Luong Quang Dai también probó suerte en la ciudad en busca de una vida mejor. Pero después de dos años de sinsabores, se resignó a volver al campo en su provincia natal de Bac Kan.
Sus labores agrícolas las compaginaba con publicar videos en línea de su vida en las montañas con su esposa, que abarcaban desde la alimentación de los pollos a la cosecha de brotes de bambú.
La simplicidad de sus grabaciones llamó la atención en redes sociales y le abrió las puertas a una carrera como "influencer" rural.
"Las redes sociales cambiaron por completo mi vida", asegura Luong Quang Dai. "Soy todavía un granjero, pero en versión digital", afirma.
El crecimiento del sector, cada vez más competitivo, empuja a los vendedores a renovarse sin parar para conservar su audiencia, explica Tran Thanh Nam, experto en psicología de la educación.
"Los negocios que despegan en poco tiempo pueden transformarse en fracasos también rápidamente", advierte.
Pero vale la pena probarlo, matiza. "Hacerse obrero es una forma de malgastar toda la juventud, toda la salud (...) Los jóvenes pierden muchas otras oportunidades".
Y.A. Ibarra--LGdM