Cataluña limpia la memoria de sus 'brujas', "víctimas de una persecución misógina"
Torturadas, ahorcadas y acusadas de crímenes sin fundamento, el parlamento catalán aprobó este miércoles una resolución para reparar la memoria de los centenares de mujeres ejecutadas por brujería durante tres siglos en esta región del noreste de España, que busca ahora hacerles justicia.
La iniciativa, impulsada por varios grupos independentistas y de izquierdas, reconoce a estas mujeres como "víctimas de una persecución misógina" e insta, por ejemplo, al gobierno local y los ayuntamientos a que incluyan sus nombres en calles de municipios catalanes.
Extendida por muchos territorios durante siglos, la caza de brujas fue muy intensa en lo que hoy es Cataluña. Según la revista divulgativa Sàpiens, cuyas investigaciones junto al historiador Pau Castell han servido de base para esta resolución, la región fue uno de los primeros lugares del continente en tomar acciones contra la brujería, en 1471. Fue, también, una de las zonas de Europa con más ejecuciones.
"Recientemente se ha recuperado el nombre de más de setecientas mujeres que, entre los siglos XV y XVIII fueron procesadas, torturadas y ejecutadas a la fuerza", indica la propuesta presentada por formaciones como Izquierda Republicana de Cataluña (ERC), que gobierna la comunidad, o la también independentista JxCat.
Las vidas y trágicas muertes de estas mujeres serán revisadas ahora con perspectiva de género para sensibilizar a la población sobre los procesos que sufrieron, siguiendo la estela de iniciativas similares desarrolladas en Escocia, Suiza, Noruega o en la región española de Navarra, indica la propuesta aprobada.
"Antes se nos decía brujas, ahora nos dicen 'feminazis', nos dicen histéricas, nos dicen 'malfolladas'. Antes se decía caza de brujas y ahora le decimos feminicidios", defendió la diputada regional Jenn Díaz, de ERC, desde el estrado.
La iniciativa, a la que se opusieron los legisladores de derecha y ultraderecha, fue aprobada finalmente con 114 votos a favor, 14 en contra y 6 abstenciones.
El texto ha usado como base la campaña "No eran brujas, eran mujeres", lanzada por Sàpiens, que ha confeccionado un mapa y un censo de las personas -en su gran mayoría mujeres, aunque también hubo algunos hombres- injustamente condenadas.
"¿A quién no le gustaría vivir en la calle de María Joaneta o de Antonia Rosquellas, en lugar de la calle de Nicolau Eimeric o del Cardenal Cisneros? Hagámoslo", lanzó la diputada de JxCat Aurora Madaula, contraponiendo el nombre de dos supuestas brujas con el de dos conocidos políticos y miembros de la Inquisición.
H.Jimenez--LGdM