Los barcos de gran tamaño amenazan a las ballenas negras del Atlántico Norte, según estudio
La enorme mayoría de los barcos de gran calado que transitan por aguas de la costa este de Estados Unidos pasan a toda velocidad por zonas de movimiento lento diseñadas para proteger a la ballena franca del Atlántico norte, una especie en peligro de extinción, subrayó un estudio publicado el jueves.
“Los barcos aceleran y las ballenas mueren, así de simple”, resumió Gib Brogan, director de campaña de la ONG Oceana, autora de este estudio que se basa en la recopilación de datos de navegación de grandes barcos que operan cerca de la costa este estadounidense.
Las colisiones con embarcaciones son una de las principales causas de muerte de la ballena franca del Atlántico norte, un gran mamífero del que sólo quedan 340 ejemplares, junto con los enredos en redes de pesca.
Esos choques pueden ser directos con los barcos o, por ejemplo, toparse con sus hélices, lo que provoca a las ballenas lesiones que pueden ser mortales.
- Violación de límites -
Desde 2008, la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA) estadounidense ha impuesto límites de velocidad obligatorios de diez nudos a embarcaciones de 20 metros o más de eslora en áreas donde se cree que hay presencia de ballenas y además ha sugerido límites de diez nudos en las áreas donde fueron avistadas.
Pero los datos recogidos por Oceana de los transceptores de estos buques sugieren que desde noviembre de 2020 hasta julio de 2022, el 84% de ellos superó los límites de velocidad en las zonas obligatorias y el 82% en las zonas de velocidad sugerida.
"Personas de la industria marítima nos han dicho que están buscando equilibrar el riesgo de pagar una pequeña multa al gobierno (si viajan demasiado rápido en zonas de velocidad reducida) con el riesgo de pagar multas en caso de entrega tardía de su carga", declaró a la AFP Gib Brogan, cuya ONG lucha por la protección de los océanos.
De las 9.358 embarcaciones que cruzaron por encima del límite de velocidad entre noviembre de 2021 y julio de 2022, la NOAA impuso 46 multas a un precio promedio de 15.600 dólares, destacó el estudio.
- En caída -
La población de estas ballenas francas, estimada tiempo atrás en unas 20.000 cabezas, la cual disminuyó con el aumento de la caza comercial en la costa este de Estados Unidos desde principios del siglo XX.
Las ballenas francas, que pueden medir hasta 18 metros de largo, tienen habitualmente una esperanza de vida similar a la de los humanos.
En inglés estos animales reciben desde antiguamente el nombre de "right Whales", es decir, ballenas que son "buenas" para la caza debido a su grasa, apreciada para hacer aceite, o por sus barbas, a la vez sólidas y flexibles, muy apreciadas antes del auge del plástico.
La prohibición de la caza de ballenas a mediados del siglo XX favoreció el resurgimiento de la ballena franca del Atlántico norte, de la cual se tuvieron registros de un máximo de 483 ejemplares en 2010.
Sin embargo, desde 2017, las muertes han vuelto a aumentar, en particular debido a colisiones con barcos y a una disminución de la tasa de natalidad relacionada con enfermedades ligadas al estrés crónico que padecen las madres.
"Sabemos lo que tenemos que hacer para salvar la especie. Así que se trata de hacerlo (...)", aseguró Brogan, reclamando entre otras cosas la actualización de las zonas de baja velocidad, con mayores límites de la velocidad de tránsito marítimo en zonas específicas y la ampliación de las medidas punitivas para las embarcaciones más pequeñas.
M.Lozano--LGdM