La violencia y la destrucción dificultan el regreso de desplazados a la región iraquí de Sinyar
La violencia y las lentas tareas de reconstrucción del Sinyar, hogar histórico de la minoría yazidí de Irak, obstaculizan el regreso de los habitantes de esta región que huyeron del grupo Estado Islámico (EI), según el Consejo Noruego para los Refugiados.
Cinco años después del fin de la contraofensiva contra el movimiento yihadista, más de 193.000 habitantes del Sinyar (yazidíes, kurdos y árabes) no han vuelto todavía a esta región del noreste de Irak, fronteriza con Siria, indicó esta oenegé en un informe.
La organización señala "la escalada de tensiones entre grupos armados" y "las dificultades de acceso al alojamiento, a la tierra y a la propiedad" como obstáculos para el regreso de los desplazados de esta región.
Después de la ofensiva para derrotar al grupo yihadista, "80% de infraestructuras públicas y 70% de las viviendas del Sinyar fueron destruidas", señala la oenegé noruega.
En base a 1.500 entrevistas, su informe señala que un 64% de las personas indicaron que su hogar había quedado gravemente dañado y que un 99% de quienes presentaron una solicitud de indemnización al gobierno no recibieron financiación.
Además, un tercio de los desplazados evocaban "inquietudes importantes" sobre "las tensiones sociales y los enfrentamientos entre los cuerpos de seguridad".
A principios de mayo, la región fue escenario de enfrentamientos entre el ejército y grupos armados yazidíes que contribuyeron a la derrota del EI y que el Estado quiere ahora desmantelar.
Debido a estos incidentes, aproximadamente 10.000 personas se desplazaron a la región vecina del Kurdistán.
La minoría yazidí, una comunidad de habla kurda adepta a una religión monoteísta esotérica, ha sido perseguida durante siglos por sus creencias y, en los últimos años, ha sufrido toda la fuerza de la violencia del EI.
M.Lozano--LGdM