La OTAN exhibe sus músculos en el Méditerráneo
Los combates en Ucrania ocurren muy lejos, pero el mensaje está destinado a Rusia: la OTAN exhibe sus músculos esta semana con impresionantes ejercicios militares en el Mediterráneo Oriental liderados por el portaaviones estadounidense USS Truman.
Un incesante ballet de aviones de combate anima este martes la pista del portaaviones que navega al noroeste de Bengasi (Libia).
Varios medios de prensa, entre ellos AFP, han sido invitados para asistir a las maniobras entre el 17 y el 31 de mayo.
"Quiero que estemos lo más preparados posible", explica el contraalmirante Curt Renshaw.
"Observamos la capacidad rusa y observamos nuestras propias capacidades para luego entrenarnos y poder contrarrestar, de manera de defendernos y de defender a nuestros aliados", añade.
La amplia lista de países que participan en las maniobras incluye a la mayoría de los miembros de la Alianza Atlántica, desde Gran Bretaña a España pasando por Francia, Turquía, Alemania, Polonia, Rumanía e Italia.
Aunque la operación "fue planeada mucho antes" de la invasión rusa de Ucrania, "esta actividad de vigilancia intensificada se coloca en un contexto diferente", admite Rory Cheyne, piloto británico de la Royal Navy y adscrito al USS Truman.
"Estamos aquí para trabajar codo a codo con nuestros aliados y estar preparados para cualquier eventualidad", subraya.
El portaaviones USS Harry S. Truman es una auténtica ciudad flotante que transporta aproximadamente 4.800 personas, miembros de los varios ejércitos aliados, lo que supone un reto para la comunicación, ya que hablan diferentes idiomas.
La teniente comandante Jeannette Lazzaro, oficial estadounidense de 33 años, se ocupa de planificar las operaciones, en particular de los planes de vuelo.
La guerra en Ucrania "no ha tenido un impacto directo en lo que hacemos (...) pero pesa en nuestras mentes", confiesa.
"Nos estamos capacitando constantemente para estar listos a todo lo que nos pidan, estamos listos para cualquier cosa", dice.
La operación, llamada "Escudo de Neptuno 2022", despliega fuerzas en el Mediterráneo, pero también en el Mar Báltico, otro punto caliente desde la ofensiva rusa a finales de febrero.
En la nota a la prensa, la OTAN explica que se trata de maniobras para "consolidar la capacidad de integrar en forma fluida las competencias marítimas (de la Alianza) de manera de ayudar a la disuasión y a la defensa".
Cuando un periodista pide que ilustren las capacidades disuasorias actuales de la OTAN, el contraalmirante Renshaw tiene la respuesta lista.
"¡Mire nuestros aviones de combate, mire a su alrededor! Por supuesto que tienen un efecto disuasorio, y creo que a nadie le aconsejarían atacarnos ante las fuerzas que disponemos", dice.
Pese al clima formal y militar, la tripulación trata de divertirse siguiendo la tradición de que los pilotos deben dejarse crecer el bigote.
Es el caso de Hayward Foard, de 39 años, segundo al mando del Strike Fighter Squadron.
"Está comprobado que un hombre con bigote es el mejor para la táctica y para mantener alto el espíritu de cuerpo dentro de una unidad de combate", asegura con tono de broma.
M.Gutierrez--LGdM