El emotivo regreso del fotógrafo de AFP Sameer al-Doumy a su ciudad siria
En 2017, el único deseo del fotógrafo sirio de Agence France-Presse Sameer al-Doumy era huir de Douma, ciudad asediada por las fuerzas gubernamentales sirias, sin saber si podría regresar algún día.
Con la caída del poder de Al Asad, el joven fotógrafo está de vuelta en su ciudad natal en una misión con un equipo de AFP, esperando que su familia, separada por años de guerra, vuelva a reunirse.
"Mi mayor sueño era volver a Siria en estas circunstancias, tras 13 años de guerra, al igual que mi mayor sueño en 2017 era abandonar el país en busca de una nueva vida", afirma.
Toda su familia cercana está en el exilio, salvo una hermana, que sigue en Damasco.
- "Muertos o desaparecidos" -
"La revolución era un sueño, mi salida de la ciudad asediada era un sueño, como lo era salir de Siria y el hecho de poder regresar. (...) Habíamos perdido la esperanza de poder volver algún día o de que cayera el régimen de Al Asad", explica el fotógrafo.
Sameer, que abandonó la ciudad cuando tenía 19 años, pudo regresar a su casa, donde vivió toda su infancia y su adolescencia y en la que reside actualmente su prima.
"La casa no cambió, pero los bombardeos destruyeron la última planta del edificio", asegura. "El salón sigue igual, la querida biblioteca de mi padre sigue en su sitio", cuenta el joven, que trató de buscar objetos de su infancia sin éxito.
"No me he sentido reconfortado aquí, tal vez porque no he encontrado a nadie de mi familia ni a personas allegadas. Algunos abandonaron el país y otros murieron o desaparecieron".
"Mis recuerdos están aquí, pero están asociados a la guerra que comenzó cuando tenía 13 años", indica.
- Un nuevo sueño -
Douma sufrió un asedio implacable por parte de las fuerzas de Bashar al Asad desde finales de 2012. En agosto de 2013, un ataque químico atribuido al poder en la región mató a más de 1.400 personas, según Estados Unidos.
Sameer recuerda su primer contacto con la fotografía, después del cierre de las escuelas, saliendo a inmortalizar las manifestaciones que se producían frente a la gran mezquita.
"Me colocaba con mi cámara en el primer piso del edificio que daba a la mezquita y luego me cambiaba de ropa para que no me reconocieran ni me detuvieran. Estaba prohibido filmar manifestaciones", explica.
En mayo de 2017, el joven decidió huir a través de un túnel excavado por los rebeldes y acabó en el enclave rebelde de Idlib junto con antiguos combatientes rebeldes y sus familias.
"Tomé el nombre de Sameer al-Doumy para llevar mi ciudad conmigo, para recordar que tengo una identidad y que pertenezco a un lugar. Y renuncié a mi nombre de pila, Motassem, para proteger a mi familia que vivía en Damasco".
El joven fotógrafo, que vive en Francia, asegura que tiene una "vida estable" y "feliz".
"Tengo una familia, amigos, un trabajo, pero no pertenezco a un sitio en particular. Cuando regresé a Siria, sentí que tenía un país", cuenta Sameer, que afirma no haber podido contener las lágrimas mientra caminaba por el barrio de Midan en Damasco.
"Me entristeció no ver allí a mis seres queridos. Pero sé que volverán, aunque tome algo de tiempo. Hoy, el sueño es que nos volvamos a encontrar en Siria".
S.Lopez--LGdM