Lula, desbordado por peticiones de indígenas y oenegés de todo el planeta
Salvar los bosques de Siberia, hablar con el presidente Joe Biden, arreglar las finanzas climáticas mundiales... el presidente electo de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, se convirtió este jueves en depositario inesperado de las esperanzas y reclamos de indígenas y activistas en la COP27 de Egipto.
Tras un primer encuentro matutino con asociaciones de su país, en el que prometió "reconstruir" Brasil tras el mandato del ultraderechista Jair Bolsonaro, Lula se reunió con líderes indígenas de diversas regiones del mundo.
"Usted es la superestrella de la COP27", le dijo Terry Teegee, un líder indígena canadiense, que le pidió convencer a los gobiernos del mundo, incluido el del presidente estadounidense Joe Biden, d "adoptar un rol de liderazgo frente al cambio climático".
Un representante udegué, un pueblo del extremo oriente ruso, le pidió interesarse por la protección de los bosques siberianos.
Y el nigeriano Legborsi Saro Pyagbara lo animó a presionar para que los países ricos paguen a los pobres por los daños y pérdidas causados por el cambio climático, uno de los temás más peliagudos de esta COP.
También se convirtió en depositario de expectativas en América Latina.
"Requerimos su acompañamiento político para ayudar a los gobiernos de la cuenca amazónica" a trabajar por la biodiversidad y la adaptación al cambio climático, "en diálogo con los pueblos indígenas", abundó Harol Rincón Ipuchima, dirigente indígena colombiano del pueblo Maguta.
Lula anunció el miércoles en Sharm el Sheij que cuando vuelva al poder, el 1 de enero, creará un ministerio de Pueblos Originarios.
- Algo abrumado -
A sus 77 años, el exmandatario (2003-2010) confesó sentirse algo abrumado.
"Nunca participé en una reunión en la que se me transmitiera semejante responsabilidad", afirmó.
"No tengo ni siquiera conocimiento profundo de cada región indígena" del mundo, añadió.
"No tengo talla" para representar a todos los pueblos indígenas del planeta, pero "tengo voluntad" y "me dispongo a ayudar", prometió.
Lula retomó sus ideas y eslóganes desarrollados al calor de la crisis financiera mundial de 2008, criticando "la supremacía blanca" y afirmando que en los grandes foros internacionales "los indígenas no existen, los negros no existen, las periferias no existen".
En clave interna, afirmó que quiere que "los indígenas brasileños participen de la gobernanza política" de su país.
El encuentro con los líderes indígenas culminó con una emotiva ceremonia de "fortalecimiento espiritual", acompañada de caricias y cantos.
- "Reconstruir" Brasil -
Por la mañana, Lula mantuvo un encuentro con representantes de sociedad civil brasileña, a quienes pidió que lo "ayuden a reconstruir el país".
"Estamos felices con su llegada" al poder, pero "nos mantendremos vigilantes" porque "demandas, presidente, tenemos muchas", le avisó Puyr Tembé, de la Asociación de Pueblos Indígenas de Brasil (APIB).
El exlíder sindical prometió enérgicamente retomar la agenda social de sus dos primeros mandatos, que sacaron de la pobreza a 30 millones de personas.
Y se comprometió a combatir la desnutrición en Brasil, que en 2021 reapareció en el llamado "mapa del hambre" de la ONU, con el dato de que el 28,9% de la población de este país de 213 millones de habitantes padece "inseguridad alimentaria moderada o severa".
El gigante sudamericano había sido eliminado de ese registro en 2014, tras la bonanza económica y las políticas sociales de Lula y su sucesora Dilma Rousseff (2011-2016).
Como ya hiciera la víspera en un discurso en la COP27, el presidente electo insistió en su compromiso con la preservación de la Amazonía.
Y pidió "respeto" mutuo al poderoso sector agropecuario, favorecido por el gobierno de Bolsonaro y responsable en parte de una deforestación que en el período 2020-2021 batió un máximo en 15 años, según datos oficiales brasileños.
"Quiero que me respeten como yo los respeto a ellos. El verdadero empresario del agronegocio sabe que no puede quemar un lugar donde no está permitido (...), el verdadero empresario del agronegocio tiene un compromiso" con la responsabilidad medioambiental, afirmó.
Lula realiza en Egipto su primer viaje al extranjero desde su triunfo electoral contra Bolsonaro el 30 de octubre. El viernes, volará a Portugal, antes de regresar a Brasil.
Y.Dominguez--LGdM